Una mujer de Río Gallegos entró en emergencia nacional para recibir un trasplante de corazón

Claudia Argiropulos tiene 47 años, 2 hijas y muchas ganas de vivir. En medio de la pandemia se enteró que padece Miocardiopatía dilatada, una enfermedad que debilita el musculo cardíaco y no le permite bombear suficiente. El INCUCAI la tiene con prioridad en la lista de espera. Su familia pide que se difunda su caso para concientizar sobre la donación de órganos.
Fuente: La Opinión Austral

El inicio del año 2021 fue muy duro para Claudia Argiropulos, una vecina de Santa Cruz que trabaja desde hace 12 años en Rentas de la Municipalidad de Río Gallegos. En febrero de ese año le detectaron un problema en el corazón y a las pocas semanas contrajo Covid-19. «Lo transitó bastante bien, tuvo pérdida de peso y tenía mucho sueño. Todos pensamos que eran secuelas del Covid hasta que volvió a hacer una consulta médica», relató a La Opinión Austral, su hermana Carolina, que está junto a ella en Buenos Aires donde espera un donante de corazón que le salve la vida.

El INCUCAI acaba de confirmar a la familia que entró en “emergencia nacional” y pidió que se difunda el caso para que aparezca el donante. “Los órganos no van al cielo”, repitió como un mantra. Claudia sufre Miocardiopatía dilatada, una enfermedad en la que el músculo cardíaco se vuelve débil y alargado. Esto provoca que el corazón no pueda bombear suficiente sangre al resto del cuerpo. Ahora, se encuentra internada en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Italiano de Buenos Aires en grave estado.

La descompensación en Río Gallegos
Al poco tiempo que le diagnosticaron la enfermedad en el corazón a Claudia Argiropulos la internaron en el Hospital de Río Gallegos pero debía ser trasladada a Buenos Aires. Luego de varias semanas, justo cuando sufrió una descompensación la derivaron para que al atiendan en la Clínica Bazterrica. Sin embargo, una vez más volvió a tener una recaída que le colocaron un marcapasos.

Como su cuadro no mejoraba la familia decidió trasladarla al Hospital Italiano, un centro de mayor complejidad, donde ahora espera un donante. En la sala de espera del nosocomio se turnan para cuidarla y recibir las novedades su hermana, Carolina, y una de sus dos hijas.
Claudia tiene 47 años y trabaja como cajera en la Municipalidad de Río Gallegos desde hace 12. Es la segunda de tres hermanos. A los 20 años tuvo a su primer hija, Melisa y dos años más tarde a Marianela, quienes la acompañan en todo este proceso. «Mi hermana tiene muchas ganas de vivir, es necesario tomar conciencia de la donación de órganos», dice Carolina que publicó en sus redes sociales un llamado a la comunidad.

«Necesitamos ayuda para concientizar a la gente que la donación de órganos salva vidas. El apoyo de todos ustedes nos va ayudar a encontrar el corazón que tanto esperamos», escribió.
En la misma publicación destacó que «está luchando con todas sus fuerzas, pedimos por favor mandarle todo el amor y apoyo»

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