“Se puede cuotificar el langostino”
Los años de investigación científica transcurridos y la experiencia en la gestión del recurso han permitido generar un cambio en la visión de los biólogos del INIDEP respecto de las posibilidades de cuotificarlo. No solo consideran que es posible, sino que sería beneficioso para el necesario ordenamiento de la pesquería.
Fuente: Revista Puerto
Para poder comenzar a hablar de la cuotificación de langostino es necesario, primero, despejar dudas sobre las posibilidades de llevarlo a cabo con una especie de vida corta para la que no se establece anualmente una captura máxima. Es por ello que damos inicio a esta serie de notas con una entrevista a Paula Moriondo Danovaro, jefa del Programa Langostino del INIDEP y Juan de la Garza, que brindaron detalles sobre las posibilidades concretas de lograr un reparto del recurso y las ventajas que su implementación traería al manejo de la pesquería. Un cambio de paradigma que sienta las bases para un debate necesario.
REVISTA PUERTO: ¿Se puede cuotificar el langostino?
PAULA MORIONDO DANOVARO: Es importante que la pesquería se ordene y sí, se puede cuotificar, el tema es que ponen en manos nuestras el número inicial de las capturas. Nosotros ya nos hemos acercado a un número, lo hemos planteado para este año. Es un modelo muy simple el que utilizamos, debemos complejizarlo y con eso ya podemos dar un número inicial para que la administración pueda repartir las cuotas según el régimen que se aplique.
JUAN DE LA GARZA: Lo primero que tenemos que hacer es poner los puntos límites de referencia, que no tenía la pesquería y todos los están solicitando, no solo en nuestra pesquería sino en todas las pesquerías del mundo. Acá no podemos establecer una biomasa reproductiva porque no existe una relación con el reclutamiento, pero sí hay otros modelos sobre los que estamos trabajando para establecer los puntos de referencia, con los cuales ya se puede tener una definición sobre lo que se puede y no esperar de la pesquería. Tenemos que tomar todos los modelos que hay para ver cuál es el que funcionaría para nuestra pesquería, porque hay muchas pesquerías que están cuotificadas pero tienen sus problemas y tienen que hacer modificaciones.
PMD: A mí eso no me asusta, Juan y Emiliano (Pisani) están trabajando mucho para poder hacer modelos predictivos, pero nosotros a lo largo de los años hemos hecho recomendaciones que están muy cercanas a la realidad. Con el seguimiento continuo de la población, con las tres campañas que tenemos, estamos muy cerca de los valores, este año recién pusimos un valor en número, en una regresión muy simple pero que tiene un ajuste bueno, estamos siempre cerca. Ahora cuál es el número exacto, eso es lo más difícil pero nunca va a estar alejado de la realidad porque desde hace años venimos diciendo que la temporada va a ser similar o va a tener un determinado arranque. Con una buena base científica como la que tenemos hoy, que es la que hay que mantener sí o sí e incorporar otras fuentes de información, se podría implementar el sistema de cuotas.
RP: ¿Qué información es necesario incorporar?
PMD: Tenemos que tener una buena cobertura de observadores en aguas nacionales y provinciales para hacer el seguimiento de la pesquería, a mí no me asusta el número, es más trabajo para la institución, pero no es algo que no podamos hacer.
RP: ¿Es necesario un número preciso o podrían manejarse con una cifra como la de 200 mil toneladas que establecieron como límite aconsejable para este año?
JDG: No es necesario un número exacto, se pueden establecer como en merluza distintos escenarios y el Consejo Federal Pesquero decidir. Se puede establecer un rango más-menos para que ellos puedan tener flexibilidad en el manejo.
PMD: Estamos utilizando una regresión lineal simple, entre dos parámetros que son las capturas y la biomasa estimada en la campaña de marzo, pero tiene un ajuste del 80% y esto deja un margen del 20% para arriba o para abajo con el que se puede jugar. Este año, tal como habíamos pronosticado al inicio de la temporada, vamos a llegar a las 200 mil toneladas. Pero insisto, a eso hay que complejizarlo porque para esto la investigación tiene que ser muy puntillosa. Tenemos que respetar las plataformas y los tiempos de muestreo, porque cualquier dato que introduzcamos a la estimación de marzo nos puede cambiar radicalmente lo que vamos a decir.
RP: ¿Cómo se pueden ajustar esas variables?
JDG: Tenemos que crear nuestro propio modelo. Estamos viendo cómo se evalúa en otros países y con qué modelos lo están aplicando, analizar la biología de esa especie y compararla con la nuestra, ver la pesquería de esa especie y como se relaciona con la nuestra, también comparamos las interacciones ecológicas, para luego tomar lo que es aplicable e ir creando algo nuestro. Porque no es lo mismo animalitos que no superan lo que aquí sería un L4 como son muchos de los Pandalus, que los grandes ejemplares que tenemos nosotros. Hay algunos que tienen muchos grupos etarios, seis o siete años en los que, si falla una cohorte, sabés que tenés una atrás y otra delante que permiten sobrepasar una situación así. Pero acá no, si falla una cohorte el impacto se verá muy rápido.
RP: ¿En algún país se encuentran características similares?
JDG: En ninguno, porque es muy complejo; Islandia por ejemplo utiliza un modelo y un tipo de manejo distinto al que utiliza Noruega, al que usa Canadá y al que usa Oregon, todos son Pandalus y cada uno utiliza un modelo distinto. Algunos tienen modelos para predecir, algunos tienen cuotas y otros no.
PMD: Depende de las particularidades de cada zona y de cada país y camarones peneidos como el nuestro no hay muchos ejemplos en el mundo y con este tipo de manejo, administrado por un solo país, no hay ningún ejemplo en el mundo. Para nosotros es todo un desafío porque es único, por el sistema de manejo, por la cantidad de barcos, por la dinámica de la flota y cómo operan. Hace tiempo que venimos trabajando, el Programa siempre ha ido avanzando, haciendo pronósticos que nunca hasta ahora se han alejado mucho de la realidad, como se ve en la temporada de pesca; y ahora estamos complejizando cada vez más esos análisis para llegar a un modelo. No tenemos miedo de las equivocaciones, estamos trabajando siempre en pos de que esto sea lo mejor posible, que las recomendaciones sean las más acertadas, que la administración tenga el mejor panorama para que pueda administrar el recurso. Juan y Emiliano están trabajando mucho con modelos, Juan ya ha desarrollado algunos modelos predictivos a los que tiene que comenzar a ponerle las semillas para ver qué sucede y ver cómo hacer para que el ajuste sea cada vez mejor. El grupo está trabajando, tenemos gente nueva incorporada que está viendo otros parámetros de la población que nos ayudan a enriquecer los modelos, somos una bola que avanza con el objetivo de que el langostino se mantenga siempre en los niveles de desembarques que son económicamente rentables.
RP: ¿La cuotificación podría tener un impacto positivo en el manejo biológico del recurso?
JDG: Es que el manejo no se cambiaría, es lo que está funcionando, el tema importante es el inicio de la temporada de pesca porque implica cuánto va a tener cada barco, el manejo se debe mantener. Una cosa es el manejo y otra cosa es cuánto va a poder pescar cada barco. La velocidad de cosecha es cada vez más rápida, por eso la temporada es cada vez más corta. Lo bueno de la cuotificación es que cada uno va a decir cuándo sale a buscar su pescado y a qué velocidad lo va a pescar. Si lo quiere ir a pescar en un mes y terminar su cuota o pescar en tres o cuatro meses, es su problema. Eso ayudaría mucho en el orden interno de los barcos en la pesquería.
PMD: Va a permitir que cada barco regule su pesca. También parece importante en función de los mercados poder decidir cuándo salir a pescarlo. Las embarcaciones que pueden pescar otra especie podrán armar una estrategia, para ir a buscar la que consideren más conveniente según lo que suceda en el mercado, en función de su cuota. También contribuiría a terminar con la competencia desleal entre los barcos que pueden hacer 2 mil toneladas en un día, otro que hace 90 y otro que hace 15 toneladas. Cada empresa, cada barco, cada armador podría regular de la forma correcta acorde a su barco.
RP: ¿Es necesario el plan de manejo para cuotificar?
JDG: El plan de manejo siempre se quedó en el tintero y yo insisto en que es algo importantísimo, tiene que tener objetivos de manejo establecidos por el Consejo y las empresas luego deberán establecer sus propios objetivos, sería un buen punto de partida para la cuotificación porque ya sea bajo este sistema o con cupos todo tiene que estar reflejado ahí. Se podría hacer la cuotificación como en la merluza, sin un plan de manejo, pero sería bueno para ordenar la pesquería y que todos sepan qué pueden hacer y cómo antes de cuotificar.
RP: ¿Qué falta para terminar el plan de manejo?
JDG: Todo, hay que sentarse y trabajar, cada vez que se ha intentado se llega hasta un nivel y se vuelve a cero porque la pesquería va cambiando, los planes de manejo se tienen que revisar y modificar cada cierto número de años, varios puntos que se mantienen por unos cuatro años y luego se vuelven a revisar en cada una de las áreas y se vuelve a modificar para adaptarse a la pesquería. Todos los planes de manejo cada equis años tienen sus correcciones.
PMD: El langostino es muy dinámico, por lo tanto, el plan de manejo debe ser muy dinámico también. Ya hemos visto en estos últimos años cómo va cambiando la distribución de las concentraciones, la pesca ha sido caótica porque es el orden que está teniendo el recurso ahora. Antes hacíamos seguimiento de sur a norte y ahora lo encuentran desparramado por todos lados, está la merluza en el medio, hay un montón de condiciones que debemos ir siguiendo. Por eso insistimos en la importancia de las campañas de investigación y de los observadores a bordo, es un recurso que le da mucha plata al país, no podemos perderlo de vista, tenemos que seguirlo con la misma rapidez con que el recurso avanza.
RP: ¿La cuotificación puede ayudar a regular el esfuerzo pesquero?
PMD: Sí, va a ayudar a limitar, una vez que se establezcan los barcos con cuota serán los que estarán en la pesquería y no habrá más ingresos nuevos. Por lo menos se va a mantener un esfuerzo pesquero que sabemos hoy en día que el langostino está aguantando. Es fijar un esfuerzo con un margen hacia arriba o abajo que se regula con los días de pesca, ya sabemos que con regulación esto se puede mantener, siempre que se mantenga el seguimiento diario y los indicadores biológicos de pesca. Sabremos que son determinada cantidad de barcos con su cuota asignada.
JDG: Eso ayudaría hasta para desarrollar el modelo porque uno de los preceptos con que se debe contar es conocer los actores, hoy no se sabe cuántos ni cuándo van a ir a pescar. Antes entraban los congeladores y luego los fresqueros, ahora entran todos juntos y esto daría previsibilidad y nos permitiría agregar información en el modelo.
PMD: Necesitamos saber cuál va a ser el esfuerzo porque los modelos lo requieren, nosotros en el langostino nunca sabemos cuál va a ser el número final de barcos ni de días, varía muchísimo el esfuerzo pesquero y si varía el esfuerzo el resultado en el modelo va a ser radicalmente distinto.
JDG: Tenemos una dispersión tan grande de datos que es difícil organizarlos, en lugar de tener una tabla de tres por cuatro, tenemos una de veinte por veinte datos y debemos decidir. Muchas veces la previsibilidad que nosotros no tenemos nos la piden los modelos de evaluación.
RP: Ustedes han puesto el foco en el ingreso de la flota fresquera como un elemento fundamental del aumento del esfuerzo pesquero. ¿Permitiría entonces encuadrar a esta flota?
PMD: Todo el que tenga permiso para entrar a la pesquería lo puede hacer, el tema es cómo lo hace, si el esfuerzo pesquero se aumentó muchísimo porque ingresó la flota fresquera que estaba abocada a otra especie porque el langostino es más rentable, está bien. El tema es que lo hagan de forma responsable porque es el principal recurso del Mar Argentino, es el 60 por ciento del total de las exportaciones de pesca, sostiene la pesca argentina, debemos mantenerlo. La responsabilidad está en quien entre a la pesquería, sea de la flota que sea: tiene que hacerlo con respeto.
RP: ¿En que podría contribuir la cuotificación en ese sentido?
JDG: Vamos a saber cuántos barcos hay y cuánto puede pescar cada uno, van a tener que trabajar de otra manera, si quieren pescar 90 toneladas por día probablemente tu cuota te dure tres días. Posiblemente también contribuya a mejorar la calidad del producto, al tener cada uno su cuota se supone que la va a explotar con responsabilidad y cumpliendo con estándares de calidad.
RP: Esta visión implica todo un cambio, hemos hablado hace varios años sobre las posibilidades de cuotificar y en el Programa de Langostino no lo veían posible. ¿Qué se modificó?
PMD: Es la visión que tenía la anterior jefatura del programa. Daniel Bertuche siempre decía que no hay medida de administración pesquera que pueda con el langostino, pero nosotros no pensamos lo mismo, más allá de que el ambiente haya colaborado, las medidas de administración que se fueron implementando fueron muy buenas y se ha ido aprendiendo a manejarlo. Ese conocimiento también lo hemos ido volcando al sector empresarial que ha aceptado mucho de lo que hemos planteado, trabajamos tan bien con ellos que, aunque haya cosas que no les convengan las aceptan; y ya el hecho de que participen en la investigación, que la solventen cuando no es obligatorio para ellos, eso también nos dice algo. Sigue existiendo gente que piensa ‘el último pescado es mío’, pero hay más gente que tiene otro pensamiento, que quiere cuidar el recurso; y esa gente es la que tracciona. También nos hemos acercado al sector fresquero y se ha entendido que el manejo se da entre todos juntos, el biólogo, la administración y ellos. Existe un feedback excelente con la administración y nos ha permitido a todos trabajar en conjunto.