Se cierra la veda de merluza y no habrá nuevas prospecciones de langostino
Ante el aumento considerable de merluza hubbsi en las capturas, como es de esperar a partir del mes de octubre, se decidió el cierre del área de veda. Mañana será última fecha de zarpada. Se rechazaron pedidos de nuevas prospecciones. Queda abierta la subárea 1 fuera de la zona de restricción.
Los informes científicos del Programa Merluza del INIDEP recomiendan que el cierre total de la pesquería de langostino dentro del Área de Veda Permanente para la protección de juveniles se realice cada año el 1 de octubre, dado que a fines de septiembre comienza a aumentar la presencia de hubbsi en las capturas y la especie se prepara para dar inicio a su ciclo reproductivo. Pero las autoridades siempre han priorizado los reclamos del sector empresario, posponiendo el cierre, y este año no será diferente: el despacho a la pesca a esa zona quedará prohibido a partir del 10 de octubre y los barcos podrán mantenerse en el área hasta el día 16.
Los últimos datos de bycatch revelan que en la subárea 4 (entre paralelos 42º y 43º S y 61º y 62º O) se llegó a niveles del 47% de pesca incidental y la información disponible sobre el recurso permite inferir que situaciones similares podrían darse en los próximos días y en otras áreas. Será indispensable contar con datos de observadores sobre el nivel de descarte y bycatch para evaluar en tiempo real el impacto sobre el stock reproductivo de la merluza pero la disposición de recursos humanos ha sido alarmantemente baja en esta temporada.
La subárea 1, ubicada al norte del área de veda, donde la última prospección arrojó buenos resultados tanto sobre el tamaño y abundancia de langostino, como de bajos niveles de bycatch, se mantendrá abierta y según aseguraron estará monitoreada “a fin de evaluar oportunamente las medidas que resulte necesario adoptar”, indicaron los consejeros.
Para esta zona los reportes recibidos tres días atrás indicaron que los rendimientos fueron muy variados, entre 300 a 2.600 kilos por hora, casi la totalidad del langostino fue de tamaño comercial, L1 y L2 con una relación de merluza del 10%.
Desde las cámaras empresarias solicitaron se realizaran nuevas prospecciones; puntualmente estaban interesados en la subárea 6 (entre 44º y 45º S y 62º30’y 63º30’O) pero desde el Consejo decidieron no realizar nuevas evaluaciones comerciales por este año dentro de la veda, ajustándose a los requerimientos del INIDEP.
“Las subáreas sobre las que se propone volver a realizar prospecciones ya fueron analizadas y cerradas en las semanas anteriores, por la elevada proporción de merluza obtenida por los buques dedicados a la captura, asimismo durante el mes de octubre los niveles de merluza en las capturas continúan incrementándose. Por lo expuesto, no se considera conveniente realizar nuevas prospecciones”, concluyeron en el CFP.
De esta forma se llega al final de la temporada de langostino, al menos dentro del área de veda. Queda por evaluarse durante cuánto tiempo se podrá seguir pescando fuera del área de protección sin afectar el proceso de reclutamiento de la merluza, dado que allí, según han señalado las investigadoras del INIDEP, la flota impacta sobre reproductores y reclutas que todavía no han podido migrar.
Este ha sido un año muy complicado. Los conflictos gremiales redujeron el tiempo de pesca para la flota tangonera congeladora, la pandemia del Covid-19 agregó problemas logísticos y hubo una menor disponibilidad de recurso a causa del retraso madurativo que afecta a la pesquería como consecuencia fundamentalmente de cambios en el ambiente, según han revelado los investigadores. Los informes de desembarques muestran una reducción en las capturas de los buques tangoneros de casi el 60%, sin duda los grandes perdedores de esta temporada.
El año 2021 plantea un escenario de grandes desafíos; manejar las pesquerías de merluza y langostino sin unificación de criterios es una metodología que ha quedado perimida. La generación de planes de manejo para ambos recursos es un trabajo que el Consejo Federal Pesquero no puede seguir postergando y lo más preocupante es que todavía no ha comenzado.
Los cambios en el ambiente están afectando la distribución, reproducción y supervivencia de peces y crustáceos; recientes informes científicos dan cuenta de ello. El manejo ecosistémico que contemple la actividad humana y la interrelación de las especies debe dejar de ser un discurso vacío para convertirse en un hecho, si se aspira a mantener los niveles de actividad en la industria pesquera. Así lo han manifestado la comunidad científica de diversas instituciones, en distintos ámbitos y documentos.
Fuemte: Revisa Puerto
