“Nosotros hacemos un trabajo similar al de Oceana”
El coordinador del equipo de Control de Espacios Marítimos y sus Recursos de la PNA, Sergio Almada, habló sobre el trabajo que realiza la institución con la información que procesan, las contribuciones que realizan con otros organismos como Interpol y las limitaciones con las que se encuentran.
La información recolectada por Oceana no es desconocida para la Argentina. La Prefectura cuenta con un sistema de monitoreo de la flota que permite identificar a los buques incluso cuando apagan el AIS, pero lo interesante del trabajo de esta organización es el procesamiento que realizan de esa información y las relaciones que establecen en el comportamiento de la flota, generando patrones para identificar a los barcos de la pesca presuntamente ilegal, claramente no reglamentada y no declarada. Nos preguntamos si en nuestro país no existe un procesamiento posterior de esos datos, del tipo que realiza la organización a través de Global Fishing Watch y que puede hacer nuestro país con esa base datos. La respuesta a nuestras dudas las dio el Prefecto Mayor (RE), Sergio Almada, coordinador del Equipo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos (EICEMR), dependiente de la Prefectura Naval.
“En nuestro país se realiza esta gestión, no por ello hay que desmerecer el trabajo de Oceana que es muy útil, pero en lo que respecta a la Argentina ya contamos con esa información y lo compartimos con otros organismos que nos lo piden. Ahora realmente en cuánto contribuye a poner un freno a esta actividad, todavía lo desconozco, en altamar pueden existir muchas sospechas pero luego hay que comprobarlas”, señala Sergio Almada.
Revela que además de hacer un trabajo similar al de Oceana, cuentan con el plus de poder detectar los barcos, aunque apaguen el sistema de posicionamiento, “porque a través de las imágenes satelitales de la CONAE y un software desarrollado específicamente para ese fin, nos permite identificar a los buques no colaborativos, eso sí es algo que solo nosotros tenemos y nos diferencia del resto de los que tienen estos sistemas de vigilancia y control.
REVISTA PUERTO: Argentina cuenta con mejores datos que los que maneja Oceana ¿pero le da un tratamiento similar a la información?
SERGIO ALMADA: Desde ya. La Prefectura tienen un sistema que se puede considerar similar al que utiliza Oceana respecto del sistema de posicionamiento de buques y también hay un análisis de posterior, tenemos tecnología Big Data que nos permite procesar una gran cantidad de información que produce el sistema de guardacostas, no solo del posicionamiento de ese momento sino registros históricos. A través de la aplicación de modelos, el sistema brinda la información que consideramos importante y ese análisis se vuelca a la base de datos de buques de interés que tiene la institución. A partir de ahí se realiza algo similar a lo que hizo Oceana: durante cuánto tiempo apagan el AIS, de qué puertos provienen, en cuáles hicieron escala, que rutas siguieron para llegar a la zona de pesca, entre otros datos. Es muy útil el análisis que hace Oceana, no me cabe la menor duda, porque desde ya un buque que apaga su sistema de posicionamiento, probablemente lo haga con alguna intención. Eso nosotros ya lo hacemos y los buques que lo hacen son para nosotros de interés.
RP: ¿En que se traduce la detección de barcos de interés para la Prefectura?
SA: Que cada vez que haya una patrulla nuestra, un guardacostas o aeronave, vamos a ir a buscar esos buques porque son sospechados de alguna actividad ilícita.
RP: ¿Pero si no se los encuentra consumando un hecho ilegal, esa información sirve para actuar sobre el barco?
SA: No, más teniendo en cuenta el principio de jurisdicción exclusiva del Estado de Bandera en alta mar, ahora parte de esa información nosotros la compartimos con otros organismos. Por ejemplo, con Interpol o ellos nos pueden pedir información sobre algún buque que está siendo señalado como sospechoso en alguna otra parte del mundo y nosotros le brindamos información de nuestra base de datos. Cuánto tiempo estuvo en zona de pesca, por dónde vino pescando, por dónde llegó, qué tipos de actividades realizó, si en algún momento hizo trasbordo con otro barco; sobre todo se utiliza para relacionar esta información con los dueños de los barcos, que es lo que busca Interpol. Una organización como Oceana no tiene las limitaciones que tiene un país, por las relaciones diplomáticas, para hacer pública esta información y señalar el accionar de China o España, por ejemplo, en los buques; y de Uruguay como puerto al servicio de esta flota sospechada.
RP: ¿Pero que alcance real puede tener esta información?
SA: Lo importante de este tipo de trabajos son las buenas intenciones que persiguen, todos sabemos lo que significa la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, el problema es que los datos generales no alcanzan. Oceana hace muy buenos estudios, como el de trabajo forzado, los indicadores que utilizaron son muy interesantes y hacen un aporte que incluso nosotros hemos tomado para determinar buques de interés. Claro que mucho más que juntar información y compartir con otros organismos, no podemos hacer, los barcos no entran a puertos argentinos. Distinta sería la situación si contando con esa información nosotros los recibiéramos, porque podríamos inspeccionarlos y de comprobar las sospechas podríamos llevarlos a la justicia, pero mientras no ingresen a nuestros puertos no podemos hacer nada.
En el documento Oceana informa que el 56% de los buques que apagaron el AIS se acercaron al menos una vez a otro buque con el que se sospecha se realizaron tareas de transbordo. Para finalizar consultamos a nuestro entrevistado sobre las posibilidades que existen a nivel internacional de avanzar contra los trasbordos, cómo se hará este año con los subsidios en la OMC y cuál sería el impacto que tendría sobre la flota de aguas lejana.
SA: Esta actividad en las flotas distantes recibe un gran apoyo de buques que les brindan servicio; generando algún tipo de control o de oficialización de estas actividades, sería una herramienta más que se puede llegar a utilizar. Si se avanza sobre estos buques que hacen trasbordo en el mar y a su vez se avanza sobre aquellos puertos que deberían realizar mayores controles para llegar a detectar pesca ilegal, se les cortarían dos componentes de ese sistema bastante complicado para ellos. Por un lado, todo lo que tiene que ver con la provisión en el mar y por otro la provisión de servicios en los puertos, sabiendo que, si van a puerto, serán sometidos a un mayor control y sobre todo si existe pesca ilegal en sus bodegas.
Fuente: Revista Puerto