“La capital de la pesca debiera estar frente a la Patagonia”
Adrián Awstin fue secretario de Pesca de Chubut y continúa hasta hoy defendiendo los intereses de su provincia en el Consejo Federal Pesquero. En esta entrevista habló sobre el desempeño de la flota durante la temporada y las medidas que pretende se tomen antes de fin de año para proteger el recurso y la calidad.
Una serie de medidas concretas que limiten el accionar de la flota en la pesquería de langostino es lo que el representante de la provincia de Chubut en el Consejo Federal Pesquero, Adrián Awstin, pretende se resuelva antes de fin de año. Reducir el límite de alejamiento de puerto de los buques fresqueros, limitar el volumen de captura por marea y estrictos controles de Pesca Nación y SENASA en pie de muelle son algunas de las acciones que propone para reducir el esfuerzo pesquero y mejorar la calidad de producto. Se resiste al ingreso de barcos de la provincia de Buenos Aires al AIER y plantea que no existe una antinomia entre Mar del Plata y Chubut, sino “entre sensatez e insensatez”.
REVISTA PUERTO: Terminando la temporada, ¿qué balance hace de la misma?
ADRIAN AWSTIN: Arrancamos una zafra con muchos interrogantes, aunque con más madurez desde lo personal respecto de años anteriores, entendiendo que se podía comenzar un poco antes según los informes del INIDEP, sin poner tanto hincapié en la antinomia que se genera entre Mar del Plata y Chubut, pero también entendiendo que era muy necesario ir discutiendo momento a momento para seguir la evolución de la temporada y el langostino. A la provincia de Chubut, que represento, le interesa mucho el langostino que queda en el agua porque es el que a la postre terminamos pescando en la zafra siguiente.
RP: ¿Y en cuanto a los problemas de calidad y el elevado desperdicio que se dio de langostino entero?
AA: Es algo que estuvimos discutiendo permanentemente en el Consejo Federal Pesquero en los últimos dos meses. A partir de esas discusiones, la autoridad tomó medidas contundentes en cuanto al entrecruzamiento de datos de muchos barcos fresqueros, ante la alerta en la que nos pusieron sobre la mala calidad del pescado. Existiendo en la Resolución 7/18 tiempos máximos de pesca, esos tiempos eran sobrepasados permanentemente, y la autoridad de aplicación tomó conocimiento de esto. Algunos somos más vehementes con estas cosas que no deberían estar pasando, pero pudimos llegar a un acuerdo, prefiero discutir en la mesa del Consejo y no a través de twitter o los medios. Trato de salir de las reuniones con consenso sobre lo que proponemos y mal no nos ha ido, hoy tenemos excelente relación con todos los miembros a pesar de las grandes diferencias. La antinomia que se genera entre Mar del Plata y Chubut es lamentable, la antinomia más fuerte es entre la sensatez y la insensatez. No entiendo, ni comparto la actitud de algunos armadores que sabiendo que están haciendo las cosas mal, no hacen nada para cambiarlo. Una persona que atente contra la especie que lo hace millonario es un insensato.
RP: Todavía no hay un plan de manejo y pasaron varios años.
AA: De todas las posturas encontradas que podemos tener los consejeros, la más importante es el plan de manejo, soy de los que prefiere evitar la sanción que salir a sancionar. Tenemos que poner el caballo delante del carro y establecer límites concretos y fáciles de controlar. Algo que vengo proponiendo un año antes de que se sancione la Resolución 7/18 como un tope de cajones en fresqueros, independientemente del tamaño del barco, porque igual sigue siendo rentable.
RP: Una de las mayores críticas que encontré en las plantas fue sobre los barcos con 5 mil y 6 mil cajones, que son de los que se termina tirando el langostino entero de su primer lance a la basura.
AA: Lo planteé a fines de 2017 cuando los armadores de Mar del Plata no me conocían y a partir de ahí dejaron de quererme, no les gustó mi postura. A principios de 2018 hicimos un estudio en la empresa Veraz que luego hasta se desmintió porque no tenía rigor científico, pero no hacía falta ser científico para darse cuenta de que, con el paso de pocas horas, aunque tenga frío, el langostino se deteriora rápidamente.
RP: Hay empresarios y funcionarios que sostienen que el langostino con melanosis en definitiva da más trabajo porque hay que pelarlo y devenarlo; sin embargo, no se ven muchas plantas haciendo ese trabajo. ¿Qué opina de esta postura?
AA: En la provincia tenemos varias plantas que hacen pelado y devenado de langostino, aunque no tenga melanosis, que han llegado a hacer el ciento por ciento del langostino que recibían de Nación pelado y devenado, no hace falta dejarlo que se ponga melanósico para tomar la decisión de hacer productos elaborados. El empresariado argentino debiera apuntar a eso y desde el Estado generarse las condiciones necesarias para que lo pueda hacer, tenemos lamentablemente inequidades entre provincias respecto del costo laboral. En Chubut, a partir de decisiones que tomaron los gobernadores Das Neves y Arcioni, se fue hacia un trabajo registrado en plantas pesqueras con todo en regla; en otras provincias no se ha seguido este camino y hoy ante la falta de empleo se conforman con trabajo en negro que no le hace ningún favor al empleado.
RP: En las plantas se veía un langostino de mucha mejor calidad cuando venía en cajones de 40 kilos con 18 de langostino y el resto hielo. Hoy en las cajas más chicas se puede ver que viene con los mismos 18 kilos o más y sin hielo.
AA: Es parte de la ambición de algunos armadores, porque no son todos los que tienen estas prácticas. A estos armadores, le pongas el contenedor que le pongas, van a llenarlos hasta el borde de langostino, si no le entra hielo no le van a poner y si tiene que aplastar cajón con cajón, lo van a aplastar. El Estado tiene que estar a pie de muelle para ver qué descarga cada barco, en ese sentido se está avanzando, por otro lado, entre los empresarios compradores de esa materia prima tiene que primar la inteligencia y el acuerdo entre ellos para no comprar ese langostino. Al que viene con langostino malo no se lo debieran comprar o comprarlo a mitad de precio.
RP: ¿No debiera SENASA u otro organismo del Estado clasificar la calidad para que el empresario pudiera tener una herramienta clara y tabular el valor?
AA: Lo he reclamado permanentemente en el Consejo Federal Pesquero, SENASA debe estar a pie de muelle, debe controlar la calidad y la temperatura de lo que se descarga y si está por encima de las temperaturas máximas se debe decomisar y esto no está sucediendo. Si bien los decomisos han aumentado, aumentaron en plantas pesqueras y termina pagando el mal desempeño del barco la planta. Eso no es justo.
RP: En todas las temporadas hay temporales que dejan 200 barcos parados, cuando mejora el tiempo salen todos los barcos juntos y eso da por resultado que, al final de esa marea, hay barcos que esperan hasta 30 horas para descargar y se termina tirando pescado. ¿No se podría resolver con salidas escalonadas?
AA: Es un razonamiento absolutamente lógico, en este momento cada consejero está tomando nota de lo que va conversando con el sector, en las futuras reuniones se tratará el tema y espero que tengamos antes de fin de año, no el plan de manejo pesquero, pero sí pautas más claras para avanzar en ese plan. No se debe avanzar con decisiones tibias para dejar conforme algún sector, sino con medidas concretas. El desafío del CFP es no generar vencedores ni vencidos, sino pautas de manejo para que el recurso sea lo que ha sido en los últimos años para la Argentina, por muchos años más.
RP: El Estado debiera invertir más porque el sector deja mucha plata…
AA: El Estado está avanzando en la contratación de más inspectores, se avanzó en la inclusión de mujeres, yo fui uno de los que comenzó a hablar con las marineras de la provincia desde hace tres años, porque creo que serán muy buenas inspectoras de abordo. La mujer es mucho más seria y minuciosa en el trabajo que el hombre.
RP: Viajamos a Chubut desde hace veinticuatro años y en los últimos diez años se ha convertido en una provincia pesquera muy distinta. Hoy debe ser la que mayor empleo en tierra en blanco genera y con buenos sueldos. Sin embargo, no tiene mayor peso en el Consejo.
AA: Una de las primeras y fuertes discusiones que tuve en el Consejo hace cuatro años con representantes de otras provincias fue justamente eso. Llevé los formularios 931 de AFIP de la provincia y los comparé, les dije entonces que era muy difícil competir en un mismo país, amparados por las mismas leyes, cuando en una provincia tenés un costo de 2 dólares de fasón para hacer un pelado y devenado, mientras en otras tienen un costo de menos de la mitad. Siempre va a existir el deseo de algunos armadores de llevarse el langostino de la provincia de Chubut a otros destinos, hasta que esto se equilibre y tengamos las mismas condiciones laborales que en otras provincias, deberemos tomar cartas en el asunto para que el langostino y la merluza no se vayan. Otra de las discusiones que tenemos, en realidad, es un reclamo de reconocimiento por parte de los demás consejeros sobre el gran trabajo que han hecho las provincias de Chubut y Santa Cruz en el cuidado del recurso. Es por eso que hoy podemos hablar y discutir sobre langostino, y podemos decir con orgullo lo importante que es el langostino para las exportaciones pesqueras de la Argentina.
RP: ¿Se refiere a dejar de pescar en el Golfo?
AA: Puedo arrancar antes, en los años 2003, 2005, 2007, 2009 y finalmente en 2018, muchas gestiones pesqueras han ido tomando decisiones, todas fueron para sostener el langostino en forma permanente y cuidando la merluza dentro de la provincia de Chubut. Vedas permanentes y transitorias como la de AIER, Quitano, Pan de Azúcar, Robledo, Isla Escondida… Todas esas acciones en los últimos 18 años en las provincias de Chubut y Santa Cruz fueron las que permitieron que hoy toda la Argentina y todos los estratos de flota disfruten del caladero. Se debe poner en valor y cada vez que hablen de langostino se debería recordar lo que hicimos y otorgarle el respeto que se merecen estas provincias. Hoy algunos con un parche en el ojo pretenden adentrarse en aguas de la provincia o del AIER para hacer el mismo desmadre que hicieron en sus jurisdicciones y no lo vamos a permitir.
RP: ¿Cuándo habla de esfuerzo se refiere a la flota tangonera congeladora que fue la que comenzó con las vedas móviles en conjunto con las autoridades de ese momento y con el INIDEP? Y que además ya no pesca en aguas provinciales.
AA: La provincia de Chubut podría tener hasta 54 barcos congeladores porque lo permite la Ley, podrían pescar dentro del Golfo San Jorge pagando un canon, incorporando personal embarcado y de descarga, exportando incluso todo ese volumen exclusivamente desde Chubut. Hoy frente a las costas de la Patagonia se pesca el 100% del langostino, 95% de la merluza, el 90% del calamar, 100% de la merluza de cola y la centolla, ahora estamos pescando anchoíta… lamentablemente las descargas se producen mayoritariamente en la provincia de Buenos Aires, nosotros entendemos que la verdadera capital de la pesca debiera estar frente a las costas de la Patagonia que es donde se sitúan las especies.
RP: Hay un traslado de inversiones que es importante, podría haber muchas más, pero parece necesario que antes se invierta en infraestructura para mejorar los puertos, la disponibilidad de agua, hielo…
AA: Absolutamente, al puerto de Rawson durante muchos años, es verdad, no se le dio la importancia que tenía, cuando apareció el recurso, los barcos y las descargas, comenzaron a tener un cuello de botella en los metros que teníamos de atraque. Al principio de nuestra gestión el gobernador Arcioni dio instrucciones precisas de que, aunque no estemos en el mejor momento económico de la provincia, debíamos invertir y hoy tenemos un muelle ampliado en 174 metros, ahora se está ampliado el muelle grande, tenemos inversiones privadas como la de Conarpesa con un muelle privado y Cabo Vírgenes que está avanzando en un nuevo muelle, que descongestiona y permitirá convertirlo en uno de los puertos con mayor y mejor movimiento logístico. Creo que vamos por el buen camino, Comodoro y Puerto Madryn brindan un servicio excelente y nos queda pendiente Camarones que es un puerto chico y es muy complicado ampliarlo, ya están los recursos para mejorarlo, está en un lugar estratégico y hay mucha demanda por parte de los operadores y deberemos hacer lo que sea necesario para mejorarlo.
RP: Se está evaluando en el CFP una redistribución del langostino, a modo de cupificación teniendo en cuenta los últimos tres años de capturas. En este escenario se daría igualdad de condiciones a barcos que no tienen permiso para langostino con barcos que sí lo tienen. ¿Se puede ponderar en un plano de igualdad a barcos que entraron por la ventana a la pesquería con barcos históricos?
AA: Mi postura en el CFP y ante las empresas es que el sector congelador debe seguir manteniendo el equilibrio que tuvo con el sector fresquero, lamentablemente hemos dejado que se desbalancee en función de otro sector. En 2010 el sector fresquero participaba con el 3% de las capturas y hoy está por encima del 35%, esto hay que regularlo de alguna manera, sobre todo si algunos no están haciendo las cosas bien. Comparto la idea de Carlos Liberman de que cuanto más pescado llegue a las plantas pesqueras, más mano de obra vamos a generar, es algo que la provincia de Chubut ha hecho, pero hay que buscar un equilibrio. En Chubut se logró el consenso con la mayoría de poner topes máximos a las capturas de cada barco y en los fresqueros de altura hemos otorgado un número que les rinde perfectamente por viaje, van a seguir teniendo muy buenos ingresos y no pueden decir que se está actuando en desmedro de su situación económica y así cuidamos el caladero. Si esto no avanza de forma parecida a nivel nacional, seguramente los armadores de la provincia van a reclamarnos que son los únicos con este tipo de limitaciones. Desde 2017 lo venimos diciendo, el pescado no puede estar más de 72 horas desde que se hace el primer lance hasta que llega a puerto porque se deteriora, por lo que debería contemplarse 72 a 96 horas de rada a rada y en condiciones de cuidado del producto. Un estudio que se hizo con una planta de Chubut demuestra el aprovechamiento del pescado en el mejor barco de la flota fresquera de altura contra el peor y el mejor barco de la flota amarilla de Rawson y es indiscutible que el paso de las horas en el langostino es crucial para mantener la calidad.
Fuente: Revista Puerto