“El sector tiene que lidiar con una sombría perspectiva”, alerta FAO
La organización de Naciones Unidas señala que como consecuencia del coronavirus la demanda se redujo drásticamente y los precios caen.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) esbozó un panorama que confirma la difícil situación que atraviesa la industria pesquera en el marco de la pandemia mundial por el Covid-19.
La entidad hizo fundamentalmente un análisis sobre el comportamiento de los mercados frente a la caída del consumo de pescados y mariscos, el cierre de hoteles, restaurantes y espacios en general vinculados a la vida social, claramente restringida.
“El sector, al igual que la mayoría de las industrias, tiene que lidiar con una sombría perspectiva. La demanda de servicios de alimentos se ha evaporado, mientras que las ventas minoristas han estado marcadas por una volatilidad extrema”, sostiene el informe.
Congelado y fresco
Por caso, la demanda de productos envasados y congelados en principio se vio beneficiada, sobre todo por la necesidad en los hogares de abastecerse con alimentos no perecederos. Sin embargo, como contrapartida, el fresco sufrió el impacto de la tendencia.
Al mismo tiempo, los distribuidores en línea, quienes no tienen la necesidad del contacto personal para cerrar una venta, dieron cuenta de un mayor interés a medida que los consumidores exploran alternativas minoristas desde la aislación.
Logística con obstáculos
“Mientras tanto, los proveedores y procesadores están luchando con el cierre de negocios a lo largo de la cadena. De la misma manera, enfrentan otras dificultades logísticas. Los transportistas deben lidiar con fronteras de carreteras cerradas o restringidas y retrasos en las inspecciones sanitarias”, expone FAO.
En ese sentido, sus expertos entienden que los productos pesqueros deben atravesar las fronteras sin restricciones, siempre que cumplan con las medidas sanitarias de cada país para proteger la salud de los consumidores.
Posible ventaja para Argentina
Otras consecuencias ligas a la irrupción del virus incluyen la cancelación ferias internacionales y un retraso en las cosechas de la acuicultura debido a la escasez de mano de obra, circunstancia que podría favorecer la producción local, la cual se nutre de especies salvajes y naturales.
“En muchos países los representantes de la industria están pidiendo ayuda financiera de los gobiernos, pero tales medidas sólo pueden proporcionar un alivio limitado ante la agitación generalizada”, señala la organización.
Por último, siembra mayor inquietud respecto al futuro inmediato: “La incertidumbre domina las perspectivas, particularmente con respecto a la duración y la gravedad de la pandemia; pero puede esperarse una recesión prolongada del mercado, incluso después de que se levanten o relajen las restricciones actuales”.
Fuente: Pescare