“El 2021 dependerá del éxito de las vacunas”
Dos importantes operadores del sector brindan un panorama del sector langostinero en el inicio del año. Las ventas del langostino de tierra comenzaron bien pero ahora se han frenado en Europa. Para algunos operadores China ha desaparecido del mercado y genera incertidumbre.
La temporada 2020 de langostino ha sido mala para la mayoría de las empresas que tienen buques tangoneros congeladores. Bajaron las capturas y contaron con poco producto para cuando el mercado europeo despertó. Lo vendieron todo, pero comenzaron con un precio muy bajo y para cuando el valor comenzaba a recuperarse terminó la temporada.
En Rawson se arrancó tarde porque el tamaño del langostino era chico. Desde el inicio hubo movimiento en el mercado, Estados Unidos y Europa comenzaron a demandar, pero el tamaño del recurso no acompañó.
“Casi un 70% de la captura está compuesta por ejemplares de L3 y el mercado ya se había acostumbrado a tallas más grandes y con las colas pasa lo mismo, el producto más requerido es el de las colas más grandes y solo el 20% de lo capturado tiene ese tamaño”, cuenta Federico Angeleri, responsable comercial de Veraz.
Hasta enero el mercado siguió requiriendo producto, pero en las últimas semanas se han vuelto a detener los pedidos, especialmente de Europa, que suele detenerse en esta época del año: “Vemos que las empresas están más preocupadas por vender que por comprar y las cámaras se están llenando, no solo acá, en Estados Unidos y en Europa tampoco hay cámaras, esto es producto de las bajas ventas. La segunda ola de covid, el confinamiento y el cierre de hoteles y negocios están teniendo su efecto. Los clientes temen que les ocurra lo mismo que en 2020”.
Miguel Glikman, de Newsan Food, coincide con el análisis: “El mercado de langostino de tierra estuvo muy activo y con demanda hasta hace quince días, ahora con el retraso de la vacunación a nivel mundial se frenó enormemente y las empresas comenzamos a tener stocks sin vender. Igualmente se reprocesa algo para pelado devenado pero con los derechos de exportación tan altos y reintegros tan bajos, la ecuación no cierra”.
“Los que tenemos negocios a largo plazo con Estados Unidos, por ejemplo, como en nuestro caso, podemos mantenerlos y es una ayuda importante. Pero nos preocupa la competencia del vanammei, con precios muy bajos que compiten con el langostino chico que podemos mandar”, sostiene Angeleri. Por otra parte, señala que el mercado ruso mantiene la demanda de productos de tierra, tanto enteros como colas.
Un capítulo aparte parece ser China. “Desapareció del mercado” dirá Glikman y Angeleri, otra vez, coincidirá: “Nos tiene muy preocupados. Por primera vez no tenemos pedido de langostino de tierra y en 2020 solo pudimos mandar dos contenedores a principio de año. Hay mucha incertidumbre, muchos problemas logísticos, los puertos están paralizados y ante un caso de covid detectado en un empaque se puede generar un problema muy grande. Eso hace que empresas que procesan allí, tampoco hagan pedidos. El calamar puede ser un termómetro para ver qué se puede esperar de la temporada de langostino, pero el panorama no es muy alentador”.
Para el empresario los pronósticos para 2021 dependerán del éxito de las vacunas. “Junio está a la vuelta de la esquina y habrá que ver cómo llegan a la temporada de verano en Europa y Estados Unidos, si se reactiva el turismo. Va a ser un año complicado, nos queda afrontar la pandemia económica. Nuestro sector, dentro de todo, está en una burbuja, hemos podido seguir trabajando y aunque hemos sufrido una caída todavía estamos en pie. Que se despierte China es fundamental, si no se complicará mucho más”.
Fuente: Revista Puerto