Discrepancias en el CFP por las cuotas de merluza de cola
El representante de Río Negro votó de forma negativa a la modificación del régimen de cuotificación transitoria solicitado por el sector empresario, para evitar la sanción por falta de explotación. Esta práctica es avalada por el Consejo desde 2014 para este recurso.
Las cámaras CEPA y CAPECA solicitaron al Consejo Federal Pesquero que se contemple la posibilidad de incorporar al Régimen de cuotificación de merluza de cola, de manera transitoria, un tratamiento especial sobre la extinción de cuota por falta de explotación, tal como lo han “hecho con anterioridad para los períodos 2018 y 2019”.
Desde el sector empresario argumentaron “que la especial situación que determina la pandemia de coronavirus en el corriente año complica aún más el cumplimiento del requisito de explotación de la especie”.
Desde el Consejo decidieron tomar en consideración la solicitud teniendo en cuenta, a la vez, la presentación realizada anteriormente por la Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina, sobre el impacto de la pandemia en la operatoria de la flota y la caída de los mercados.
Pero, como rara vez ocurre en el seno de este cuerpo colegiado, se escuchó una voz disidente. El representante de Río Negro, Jorge Bridi, se manifestó en contra de prorrogar la resolución, que en años anteriores les permitió a los armadores manejarse como si el sistema de cuotificación no existiera para esta especie. Es lo mismo que ocurre con la merluza hubbsi desde el año 2012.
“En caso de existir una imposibilidad fáctica para que los tenedores de cuotas de merluza de cola puedan completar su utilización, esta debería discutirse para modificar el régimen específico de la especie en forma previa al inicio de cualquier año”, señaló Bridi, según consta en el Acta 28.
“El CFP ha resuelto la problemática en los seis últimos años, flexibilizando el régimen con medidas provisorias, y una vez más algunos armadores reiteran su solicitud, a pesar de que se les ha advertido de las consecuencias de la no utilización de las cuotas”, continúa argumentando.
“Las concesiones de recursos pesqueros conllevan, entre otras, las obligaciones establecidas por la Ley Federal de Pesca de su utilización en plenitud en favor de la generación de riquezas para mejorar la calidad de vida de los argentinos, por un lado, así como de evitar el uso especulativo de la CITC por el otro”, dijo contundente Bridi.
Señaló el consejero que eran de “su consideración las condiciones excepcionales que impone la pandemia del virus COVID 19 en la actividad pesquera, pero a pesar de ello, el volumen total de capturas solo ha disminuido en un 3% y un 17% para la merluza de cola”. Y agregó que “existen razones de mercado y competitividad que algunos tenedores de cuota no han logrado resolver aún” pero que “en mayor o menor medida han explotado su cuota, mientras que otros no lo han hecho” en idénticas circunstancias.
La pandemia no alcanza para justificar la falta de explotación, concluirá Bridi para justificar su voto negativo. El impecable análisis es manifestado por primera vez en el seno del CFP públicamente. Generalmente los votos son a lo sumo en abstención, pero casi nunca negativos y la mayor parte de las veces, no existe argumentación por parte de los consejeros díscolos.
También es la primera vez que se cuestiona tan claramente que se permita omitir la extinción de la cuota por falta de explotación. No se ha hecho nunca con la merluza hubbsi a pesar de los consabidos problemas sociales que ello trajo a la ciudad de Mar del Plata.
Si existe en el lector alguna esperanza de que por primera vez se haya debatido en profundidad y en consecuencia se haya resuelto, en principio, cumplir con la ley y luego evaluar la eficacia del régimen original de explotación, puede despedirse de ella; porque el resto de los consejeros le dijeron que tenía razón pero que por esta vez iban a volver a prorrogarla. Algo que, todos sabemos, nunca se cumple. Con la merluza hubbsi hasta lo dejaron por escrito en un acta pero nunca se cumplió.
“En coincidencia con los conceptos expresados por el Representante de la Provincia de Río Negro, los demás miembros del CFP manifiestan que no están de acuerdo con extender la disposición transitoria”. Pero, “no obstante ello, los restantes integrantes del CFP discrepan con el Representante de la Provincia de Río Negro en la aplicación concreta de esos conceptos en un período de circunstancias excepcionales”, indicaron los consejeros en el acta.
Tras enumerar los inconvenientes logísticos y de mercado generados por la pandemia, “consideraron conveniente establecer una solución que contemple las particularidades del año, para que los titulares de CITC de la especie vean morigerados los efectos del régimen de extinción, atendiendo así a las dificultades que atravesaron los armadores”.
Cabe preguntarse por qué si los consejeros están en un todo de acuerdo sobre lo improcedente de permitir que los armadores se vean beneficiados eliminando la extinción de cuota por no haber capturado lo que se comprometió, lo han hecho en años anteriores, teniendo en cuenta que varios de los que están sentados hoy en esa mesa han sobrevivido a varias gestiones. Incluso el propio Subsecretario de Pesca.
Como era de esperarse, los armadores podrán estar exceptuados de explotar su cuota; en este año de pandemia existe un argumento que puede defenderse en cualquier foro. El problema nunca es lo que piden los empresarios, el problema es siempre lo que las autoridades estén dispuestas a otorgar. La argumentación de Bridi se ajusta la verdad; quizás fue inoportuna pero seguramente tendrá más oportunidades a partir de 2021 en lo referente a la merluza de cola y a otros recursos.
Fuente: Revista Puerto