Desembarques y exportaciones en la estadística oficial
Hasta el 31 de agosto los desembarques cayeron un 5% y las exportaciones hasta el 31 de julio en divisas un 9% con un aumento del volumen del 3%. Las cifras finales se ven maquilladas por la abundancia y extraordinarias ventas del calamar que no permiten ver la crisis que atravesaron el langostino y la merluza.
El informe de Coyuntura de la Subsecretaría de Pesca refleja la baja en las capturas de langostino y merluza como así también la extraordinaria campaña de calamar que mejoró los números finales con solo un 5% hasta finales de agosto. Lo mismo ocurrió con las exportaciones, ya que las buenas ventas del molusco ocultan la crisis en otras pesquerías, dando por resultado una baja en divisas del 9% y un aumento en volumen del 3% hasta fines de julio. La lectura de lo que sucedió tanto en las capturas como en las ventas de cada especie, da un panorama más acabado de la realidad económica del sector. La merluza hubbsi y el langostino fueron de las especies más golpeadas en este año marcado por la pandemia del Covid-19, el mal tiempo y los conflictos gremiales.
El informe analiza los datos de desembarques hasta el 31 de agosto cuando se registraron 528.492 toneladas en todos los puertos. Esta cifra representa, respecto de igual período del año pasado, una reducción del 5,3% en las capturas, que no sería un índice preocupante; pero el análisis por especie refleja otra realidad.
El langostino es una de las especies que muestran la mayor reducción en los desembarques, un 30% abajo respecto de 2019, que se explica en parte por el retraso biológico del inicio de la temporada, en parte por la pandemia y en parte por los conflictos gremiales. En total se han descargado 100.875 toneladas.
La merluza es la otra especie importante que ha experimentado una baja, en este caso del orden 23% respecto de igual período del año pasado. Se llevan descargadas en total 164.200 toneladas y la reducción de desembarque se ha dado en los cuatro sectores de captura, siendo el Golfo San Matías el que sufrió el mayor impacto con una baja del 91%, seguido por el sector de la Zona Común de Pesca con una reducción del 61%. De la merluza proveniente del sector norte la baja fue del 18% y del sector sur el 19%.
Las capturas de merluza de cola se redujeron un 52%, con una descarga de 14.623 toneladas y los desembarques de centolla bajaron un 11%, registrando capturas por 1.372 toneladas; en este caso se puso un límite biológico al alcanzarse el tope permitido. Pero hubo otras especies que en este año de pandemia han mejorado y mucho las capturas.
Entre los recursos que han tenido una temporada mejor a la de 2019 se puede contar el caso de la anchoíta, que tuvo un crecimiento exponencial del 1.344% con 3.061 toneladas descargadas, tras dos años de magras capturas. La vieira, a pesar de estar pasando por un momento complicado desde punto de vista biológico, aumentó sus capturas en un 43%, con 3.246 toneladas descargadas al 31 de agosto.
La merluza negra también tuvo un mejor año, con un total descargado de 2.543 toneladas que representan un aumento del 15%. Otras especies que han aumentado los desembarques son aquellas que están protegidas por su delicado equilibrio biológico; en el caso del abadejo aumentó un 50% con 2.373 toneladas descargadas y las rayas, con 10.177 toneladas, registraron un alza del 15%.
Pero sin dudas la especie que ha mejorado las estadísticas de desembarques ha sido el calamar. La temporada terminó con desembarques por 168.366 toneladas que representan un aumento en las capturas del 75%. Sin este empujón e incluso a pesar del mejor desempeño de varias especies, las bajas en el langostino y la merluza se hubieran sentido con más fuerza.
El desempeño por grupo de flota refleja esta situación y los barcos poteros son los únicos que pueden exhibir un mejor año, dado que pasaron de capturar 86.790 a 147.728 toneladas. Los tangoneros son la otra cara de la moneda, dado que pasaron de 69.324 toneladas en 2019 a solo 27.039 en el mismo período de este año.
El resto de la flota tuvo un año con menor volumen de desembarques que puede atribuirse a las complejidades en la operatoria que trajo aparejada la pandemia. Los fresqueros capturaron un 13% menos que en 2019 y los arrastreros congeladores un 12% menos. En el caso de los costeros la reducción en las capturas fue del 6% y en la flota de rada o ría, que incluye a la flota de Rawson, del 14%.
Los puertos
Los datos sobre la participación de los puertos muestran a Mar del Plata liderando y por mucha diferencia con el resto. Se llevan descargadas casi 270 mil toneladas, mejorando incluso los números de los tres últimos años. Por el contrario, en Puerto Madryn hubo una leve baja y al 31 de agosto no habían llegado a las 86 mil toneladas. En Puerto Deseado, donde se ha debido sortear problemas de todo tipo, los desembarques fueron los peores de los últimos tres años, registrándose poco más de 40 mil toneladas. Caleta Paula, el otro puerto santacruceño, tuvo un menor volumen de desembarques que en 2019 pero mayor al de 2018 con 16 mil toneladas registradas.
Comodoro Rivadavia tuvo una reducción de más del 50% en los desembarques con solo 10.518 toneladas descargadas y es también este el peor de los últimos tres años. En el caso de San Antonio Oeste la situación es crítica: pasaron de desembarques en el orden de las 7 mil toneladas a 860 toneladas en 2020.
En el caso de Camarones hasta ahora se ha registrado un menor nivel de desembarques pero no muy marcado; las 9 mil toneladas de este año representan una reducción de poco más de 2 mil toneladas. El único puerto, además de Mar del Plata, que ha logrado mejorar su situación ha sido Rawson con 42 mil toneladas, superando con esta cifra mínimamente los desembarques del año pasado, aunque se mantiene por debajo de los de 2018.
Exportaciones
Los datos oficiales de las ventas al exterior hasta el 31 de julio muestran una baja importante pero el índice general no logra reflejar lo que ocurrió durante estos siete meses en el sector. Al igual que lo sucedido con los desembarques, el crecimiento de las ventas de calamar permitió maquillar un año muy duro. Las operaciones de langostino durante este período se desplomaron y también hubo un fuerte impacto en los pescados. En total se vendieron 286.223 toneladas por unos 935 millones de dólares, una baja del 9,4% en dólares con un aumento en volumen del 3%.
Los datos muestran que de merluza hubbsi se exportó un volumen un 16% menor y que la caída en divisas fue del 26,4%, dado que el precio cayó un 12%. En total se vendieron 51 mil toneladas por 116 millones de dólares. La mayor caída se registró en los filets, un 20% en toneladas y un 29% dólares; mientras que en otras presentaciones como el H&G, la caída fue del 9% en volumen y del 17% en divisas.
En el langostino la caída fue del 29% en toneladas y del 33% en divisas, exportándose en total 48 mil toneladas por 306 millones de dólares. El langostino entero fue el producto más afectado, habiéndose reducido las ventas en toneladas un 56% y 65% en divisas en comparación con igual período del año pasado; el precio promedio se cayó un 20%, tocando su piso por debajo de los 5.000 dólares.
El langostino en presentación de colas o pelado y devenado tuvo una mejor respuesta en el mercado; se vendió en volumen un 8,5% más que en 2019 y se recaudó lo mismo porque el precio cayó más del 7%. Al 31 de julio se llevaban exportadas casi 31 mil toneladas por 222 millones de dólares, y el precio para entonces se encontraba en 7.300 dólares. Hoy la situación para esta especie ha variado, mejorando las ventas de entero y bajando pronunciadamente las de colas.
La merluza negra, cuyas capturas aumentaron, no logró sostener las ventas que estuvieron un 10% en volumen por debajo de las del año pasado y un 22% en recaudación, porque el precio cayó un 13,5%. Se llevan vendidas casi 2 mil toneladas por 32 millones de dólares. Las ventas de centolla también cayeron: las poco más de mil toneladas vendidas por casi 19 millones de dólares representan una baja del 17% en volumen y 19% en divisas.
El que aumentó capturas y ventas fue el abadejo. Se llevan vendidas casi 700 toneladas por 3 millones y medio de dólares, lo que representa una suba del 25,6% en volumen y del 12,4% en divisas; el precio cayó un 10,5% colocándose en 6.900 dólares. Las rayas tuvieron un aumento en el volumen de ventas del 20% y en divisas del 40,9% gracias a un incremento del precio promedio del orden del 17,3%.
El calamar illex fue para todos el gran salvador y son las cifras de este recurso las que explican los índices totales. Las ventas aumentaron un 53,6% en toneladas y un 66,5% en divisas porque la abundancia fue acompañada por un aumento del precio promedio del 8,4% y en el caso del entero el precio subió un 11%.
Se vendieron 125 mil toneladas por más de 335 millones de dólares. De ese total, las presentaciones de entero sumaron 117 mil toneladas, lo que representa el 94% del total exportado. De vainas se exportaron 6 mil toneladas, un 24% más que el año pasado y de tentáculos 1.316 toneladas, un 14% más que en 2019.
La sección del informe sobre los principales países de destino de las exportaciones pesqueras argentinas muestra a China en primer lugar y con un volumen de compra superior al del año pasado, ya que si bien su mercado estuvo cerrado para varios productos fueron grandes compradores de calamar. En total al gigante asiático fueron 82 mil toneladas de productos pesqueros por las que se pagaron 267 millones de dólares.
En el caso de España, que sigue ocupando el segundo lugar, se vendieron 10 mil toneladas menos que en 2019 pero la recaudación cayó un 40%; fueron casi 31 mil toneladas por 123 millones y medio de dólares. A Estados Unidos, que se coloca tercero en la lista, se exportó el mismo volumen que en 2019, unas 12 mil toneladas, pero por menor valor; mientras que en 2019 se recaudó 91 millones de dólares este año fueron 81 millones.
El cuarto lugar que el año pasado ocupaba Brasil este año lo ocupa la República de Corea, que requirió 20 mil toneladas por 60 millones de dólares. Brasil quedó por debajo con 15 toneladas por 42 millones de dólares. Siguen en la lista de nuestros principales compradores Tailandia, Rusia, Perú, Italia y Japón. Aquí también se observa la influencia que tuvo el calamar en la foto de los primeros siete meses del 2020.
Fuente: Revista Puerto