A 12 años de su muerte, el Senado homenajeó a Néstor Kirchner

Tres senadores recordaron su paso por la política, evocaron anécdotas y aseguraron que “queremos traerlo de vuelta entre nosotros”.

Fuente: Parlamentario.com

En coincidencia con el aniversario del fallecimiento de Néstor Kirchner, ocurrido hace exactamente 12 años, el inicio de la sesión del Senado de este 27 de octubre estuvo dedicado a homenajear a quien fuera presidente de los argentinos entre el 25 de mayo de 2003 y el 10 de diciembre de 2007. Se ocuparon de recordarlo su comprovinciana Ana María Ianni, su amigo Oscar Parrilli y el senador camporista Matías Rodríguez.

La santacruceña Ianni arrancó expresando que no podría evitar ser autorreferencial al recordar a Néstor Kirchner. Habló inicialmente de su gestión en la provincia, “construyendo hospitales, haciendo escuelas, edificando viviendas, brindando infraestructura”, en una provincia que recordó es la segunda en tamaño, después de Buenos Aires, pero tan despoblada.

Habló de la “visión estratégica” de Kirchner, para lo cual “todos nuestros recursos naturales puedan ser volcados al desarrollo energético, tan necesario no solo en el país, sino en el mundo”.

“Así fui conociendo a Néstor, a través de estas obras”, señaló la senadora Ianni, que recordó luego que también lo conocería más tarde personalmente, siendo ella guía de turismo. En El Calafate, camino al glaciar, lo vieron desde el micro donde ella iba a quien definió como “ese flaco esbelto”. El ya gobernador respondió los saludos que le hacían desde el ómnibus y les pidió parar, para subirse al mismo. “Les da la bienvenida a su provincia y les desea que tengan una buena estadía. Así conocí a Néstor”, contó la senadora.

Luego ella destacó que “el Pingüino llegó a la Casa Rosada como presidente”, y luego insistió en que quería quedarse “con esa calidad humana que tuvo, siempre sin desconocer a los compañeros, siempre convocando, abrazando… Nunca escuché a alguien que me hablara de un Néstor irrespetuoso”. Valoró “su militancia constante y su pasión por la acción política, que es lo que hoy nos inspira y nos debe interpelar para generar ese sentido de unidad para el que permanentemente nos convocaba”.

Ana María Ianni habló de las “modificaciones estructurales que el país necesitaba para salir de ese infierno” que él había descripto al llegar a la presidencia, y “sin dejar sus convicciones de lado, como siempre dijo, alentó a la participación política y entusiasmó a miles de jóvenes”.

“La historia nos da la oportunidad de poner en valor a nuestros líderes. Cuando el tiempo pasa -el tiempo es ordenador-, nos damos cuenta de este gran valor que es y seguirá siendo Néstor Kirchner”, enfatizó la senadora santacruceña, que concluyó remarcando: “Néstor no se murió, vive en el pueblo, vive en nosotros, y su inmortalidad se hace presente, ahora y siempre”.

A continuación, un emocionado Oscar Parrilli admitió que “nunca hubiera deseado tener que hacer este homenaje. Me viene a la memoria un cartel que vi el 28, o 29 de octubre (de 2010), cuando llevábamos a Néstor a descansar a su provincia, que decía: ‘Néstor, te quedó chico el cuerpo’. Evidentemente fue así… Tenía un alma, una convicción, una voluntad y un espíritu que superó la voluntad de vida que tenía su cuerpo”.

Luego el senador neuquino recordó haber conocido a Kirchner en 1987, a través de quien hoy es secretario Parlamentario del Senado, Marcelo Fuentes. Aclaró que no había cursado con ellos en la universidad, pues él no había ido a la de La Plata, sino en Buenos Aires. Lo conoció entonces siendo él diputado provincial y le aconsejaron ir a conocer a quien todos llamaban “Lupín”. “El tenía su agrupación, y dos obsesiones: ser intendente y ser gobernador. No me habló de ser presidente –evocó-. Venía de perder internas, era casi un paria en el peronismo santacruceño, pero tenía esa convicción. A partir de allí surgió esta convicción que mantuvo hasta el día de su partida”.

Al borde de las lágrimas, Parrilli admitió que “es muy difícil tener amigos en la política, pero Néstor fue para mí un amigo, además de un compañero, porque me ayudó cuando me iba mal. Era así con sus compañeros militantes. Me acompañó en las internas que tenía con el menemismo”.

En otro pasaje, Parrilli recordó la pelea con el campo y el acto en Ferro con el que iniciaron 2010, con vistas a las elecciones de 2011. Contó que había hablado luego con Kirchner por teléfono y lo encontró “muy entusiasmado”, convencido de que ese día habían quebrado “la tendencia”. “Empezamos a crecer, dimos vuelta la taba: lo vi en la cara de los jóvenes”, contó que le dijo.

Aseguró que Néstor Kirchner “tenía la fuerte convicción de que íbamos a iniciar la reconstrucción de nuestro espacio y la relación con la comunidad para poder afrontar las elecciones de 2011”.

Luego vinieron los festejos del Bicentenario y finalmente el desenlace que ocurrió el 27 de octubre. “A partir de ahí nos vino una desazón muy grande, pero bueno, aquí estamos”, se resignó.

Recordó anécdotas personales y concluyó diciendo: “No queremos rendirle homenaje a Néstor; queremos traerlo de vuelta entre nosotros”.

Pero su última frase estuvo dedicada a la viuda de su amigo: “El lunes siguiente a su fallecimiento, era presidenta Cristina Kirchner, y el lunes siguiente ella estaba en la Casa Rosada, trabajando, dando audiencias y poniéndose al país y al pueblo argentino al hombro”.

Por último, el senador camporista Matías Rodríguez recordó aquella bandera de la que había hablado Parrilli, la que decía que el cuerpo le había quedado chico a Néstor Kirchner. “Esa bandera a la que hiciste referencia la colgamos nosotros: La Cámpora”, contó, recordando que habían ido desde Ushuaia, él teniendo 26 años, junto al actual intendente de la capital fueguina, Walter Vuoto. Fuimos a Buenos Aires y nos encontramos con miles de compañeros de todo el país en esa plaza. Esa bandera la colgó un grupo de Río Gallegos y nosotros ayudamos a colgarla”.

“Soy de esa generación de muchos jóvenes que se nos iban del país”, señaló Rodríguez, que contó que “Laura, mi compañera, estaba embarazada de mi primer hijo cuando decidimos quedarnos un poco más, decidimos creer en Néstor Kirchner, porque ‘este tipo nos puede sacar adelante’”.

Tras destacar los valores de su líder, remarcó: “Cuando Videla dice ‘los Kirchner son lo peor que nos pasó’… qué hermosa definición”, y la parangonó con “aquellos que brindaron como lo hicieron con la muerte de Eva o Kirchner, o los que lamentaron que la bala no hubiese salido con Cristina. También nos define, o los define a ellos”.

“Significa un cambio de vida, de paradigma”, señaló sobre el final, remarcando que la mayor aspiración de Néstor Kirchner era “que el día que deje la Casa Rosada, el pueblo le pueda decir ‘gracias Néstor’. Así que sé que el pueblo argentino lo ha dicho una y mil veces y hoy en esta casa del pueblo lo voy a volver a repetir: gracias Néstor”.

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